En Monviso se encontraron pruebas del paso de los elefantes de Aníbal Barca.

No el Moncenisio. Ni siquiera el Pequeño San Bernardo o Montgenèvre, Autaret, Tenda o Maddalena.

Se trata de reunir nuevas pruebas para confirmar que el ejército de Cartago, que atacó a Roma e inició la segunda guerra púnica, cruzó los Alpes desde el paso de Traversette, un paso a 2950 metros en el grupo «Rey de Piedra», que hoy separa el valle del Po italiano (en la zona de Cuneo) del valle del Guil francés.

La capa oscura

«El vínculo con Aníbal – dice el erudito – ha surgido excavando bajo tierra. En Pian del Re, la meseta donde nace el río Po, encontramos una capa oscura de unos 30 centímetros de profundidad, compuesta de material orgánico que emana un mal olor. Creemos que está compuesto de estiércol de caballo, presente en cantidades masivas y no explicable en condiciones normales. Cuando regresemos a Canadá, haremos la investigación científica y daremos el hallazgo con carbono. Entonces tendremos la confirmación».

La investigación del equipo, también compuesto por Randy Dirszowsky, geomorfólogo, Peter Somelar, geólogo, y Christopher Allen, microbiólogo, ha estado en marcha durante años. «También en el lado francés – añade el experto – al otro lado de la Traversette, encontramos hallazgos que certifican la presencia de caballos. En una zona pantanosa, se han descubierto bacterias del sistema digestivo de los mamíferos. Eran equinos y, en dos casos, incluso elefantes».

«Para nosotros no hay duda -señala Mahaney-… Si no, no habríamos venido aquí, una vez más, para llevar a cabo las excavaciones: Aníbal ha pasado por Monviso».

La empresa del ejército cartaginés, formado por 30 mil hombres, 10 mil caballos y 37 elefantes, tuvo lugar en el año 218 a.C. y el paso de los Alpes se remonta al período entre septiembre y octubre. Tito Livio, más de dos siglos después, escribió: «Una vez levantado el campamento al amanecer, mientras el ejército avanzaba lentamente por los lugares nevados y en los rostros de los hombres se podía leer la indolencia y la desesperación, Aníbal, que estaba a la cabeza de la columna de marcha, al llegar a una colina desde la que se le podía ver desde todos los lados, ordenó a los soldados que se detuvieran y les mostró Italia y la llanura que rodea el río Po, al pie de los Alpes». No se especifican los nombres de los lugares, valles o montañas y el misterio de la colina por donde pasaron los paquidermos resistió durante casi 2200 años.

El equipo científico de Mahaney ha estudiado cuidadosamente los textos antiguos. «Después de consultar la literatura histórica – dice Mahaney – visitamos los diversos valles y colinas y analizamos la formación de las montañas y el terreno. El valle del Po con el paso de Traversette corresponde a las descripciones de los textos: es el único en los Alpes occidentales donde se encuentra un depósito de roca de dos niveles. Además es corto y desde varios puntos se puede admirar la vista de la llanura».

El texto de este articulo es una traducion del siguiente aticulo.

https://www.lastampa.it/montagna/natura-cultura/2017/07/19/news/sul-monviso-le-tracce-degli-elefanti-di-annibale-1.34454310